TRADICIONES DE NAVIDAD

LA NOCHE BUENA

HOY, 24 DE DICIEMBRE, ES DÍA DE NOCHE BUENA: y ¿Que tiene de bueno esta noche? Quizás hoy tu no encuentre el sentido profundo de la Noche Buena, te pase el día refunfuñando y no te abras a celebrar con tu familia el milagro de esta noche santa.

Es que no faltan las personas que pierdan el sentido hasta de su propia vida, para ellos todo es lo mismo, y, claro, tiene que ser así, es lo mismo lo que celebro todos los años, son los mismos acontecimientos; porque nada de lo que es ni lo que se hace en Noche Buena tiene que cambiar, el que tengo que cambiar cada año soy yo, por tanto, si no cambio, para mi, siempre será lo mismo, en cambio, si cambio, entonces todo será nuevo para mi.

Si nos trasladamos unos veinte (20) 0 treinta (30) años atrás nos daremos cuenta de cuanto han cambiado las cosas, la Noche Buena es diferente en mucho sentido: por ejemplo.

Cuando yo era niño, hablo de 1980, ya a finales de octubre todo el clima cambiaba, se iba sintiendo una brisita suave y un friíto que nos iba haciendo sentir una inmensa alegría, y hasta se oía a la gente decir: "Ya se siente la brisa de la navidad"; mis hermanos mayores llegaban a la casa contentos porque ya habían probado un poco de vino o surtido o manzana o uvas; es que
estas cosas solo se veían en estas épocas. Las emisoras de radio (especialmente "Radio Guarachita") se empezaba a escuchar canciones alegóricas a la navidad, recuerdo algunos pedacitos de canciones, por ejemplo esta:

Navidad que vuelve
tradicion del año
unos van alegre
y otros van llorando (bis)

Hay quien tiene todo
todo lo que quiere
y sus navidades
siempre van alegre...
Hay otros muy pobre
que no tiene nada
y lo que prefiere
que nunca llegara

Otra canción muy hermosa que llenaba de de alegría a todos era una que dice:

En fiesta alegre de navidad,
De una rosa blanca yo me enamoré (bis)

El amor es algo que nace en el alma,
quita paz y calma, es dulce y amargo.
Produce un letargo, que la vida estanca,
Es una luz santa, la cual se consume y
Tiene el perfume de una rosa blanca.


En los días antes de la Noche Buena había un día dispuesto para buscar leña,
todos o, caso todos nos íbamos al monte y llenábamos la cocina de leña exquisita para el fuego y para el deleite de las cocineras; limpiábamos el camino; pintábamos la casa y chapeábamos el amplio patio de la casa; íbamos al conuco a sacar la yuca de las
empanadas, el día antes de la Noche Buena guayábamos la yuca y la poníamos en una prensa para que bote el agua, se desgranaban los gandules y se amarraba el cerdo que se iba a sacrificar.
El día de Noche Buena, todo estaba listo, desde muy temprano de la mañana, ya las cocineras estaban en la cocina preparando la yuca que se había puesto a exprimir para hacer la empanadilla; una olla de
gandules (guandules) verdes, mientras que debajo de un árbol se estaba descuartizando un cerdo para la comida.

El desayuno de ese día o era muy temprano o muy tarde, ya que o bien se hervía el víveres temprano y se comía con huevo o bien, se esperaba a que mataran el cerdo para y se prepararan las entrañas del mismo para el desayuno.

Al medio día se servía la comida la cual consistía en un locrio (es el arroz con la carne dentro) de arroz con carne de cerdo, con bija, gandules, empanadas. Ademas de las frutas, surtidos, frutos secos, etc.

Esta comida era bien rendida ya que se compartía con todos los vecinos y familiares cercanos...

EL TIEMPO DE ADVIENTO

Comienzo: El Adviento es el comienzo del Año Litúrgico y empieza el domingo

Término: Adviento viene de adventus, venida, llegada, próximo al 30 de noviembre y termina el 24 de diciembre. Forma una unidad con la Navidad y la Epifanía.

Color: La Liturgia en este tiempo es el morado.

Sentido: El sentido del Adviento es avivar en los creyentes la espera del Señor.

Duración: 4 semanas

Partes: Se puede hablar de dos partes del Adviento:

a) desde el primer domingo al día 16 de diciembre, con marcado carácter escatológico, mirando a la venida del Señor al final de los tiempos;

b) desde el 17 de diciembre al 24 de diciembre, es la llamada "Semana Santa" de la Navidad, y se orienta a preparar más explícitamente la venida de Jesucristo en las historia, la Navidad.

Personajes: Las lecturas bíblicas de este tiempo de Adviento están tomadas sobre todo del profeta Isaías (primera lectura), también se recogen los pasajes más proféticos del Antiguo Testamento señalando la llegada del Mesías. Isaías, Juan Bautista y María de Nazaret son los modelos de creyentes que la Iglesias ofrece a los fieles para preparar la venida del Señor Jesús.

EL TIEMPO ORDINARIO

Celebremos el Tiempo Ordinario
El Tiempo Ordinario de la Liturgia, ordinario no significa de poca importancia


Celebremos el Tiempo Ordinario
Ordinario no significa de poca importancia, anodino, insulso, incoloro. Sencillamente, con este nombre se le quiere distinguir de los “tiempos fuertes”, que son el ciclo de Pascua y el de Navidad con su preparación y su prolongación.

Es el tiempo más antiguo de la organización del año cristiano. Y además, ocupa la mayor parte del año: 33 ó 34 semanas, de las 52 que hay.

El Tiempo Ordinario tiene su gracia particular que hay que pedir a Dios y buscarla con toda la ilusión de nuestra vida: así como en este Tiempo Ordinario vemos a un Cristo ya maduro, responsable ante la misión que le encomendó su Padre, le vemos crecer en edad, sabiduría y gracia delante de Dios su Padre y de los hombres, le vemos ir y venir, desvivirse por cumplir la Voluntad de su Padre, brindarse a los hombres…así también nosotros en el Tiempo Ordinario debemos buscar crecer y madurar nuestra fe, nuestra esperanza y nuestro amor, y sobre todo, cumplir con gozo la Voluntad Santísima de Dios. Esta es la gracia que debemos buscar e implorar de Dios durante estas 33 semanas del Tiempo Ordinario.

Crecer. Crecer. Crecer. El que no crece, se estanca, se enferma y muere. Debemos crecer en nuestras tareas ordinarias: matrimonio, en la vida espiritual, en la vida profesional, en el trabajo, en el estudio, en las relaciones humanas. Debemos crecer también en medio de nuestros sufrimientos, éxitos, fracasos. ¡Cuántas virtudes podemos ejercitar en todo esto! El Tiempo Ordinario se convierte así en un gimnasio auténtico para encontrar a Dios en los acontecimientos diarios, ejercitarnos en virtudes, crecer en santidad…y todo se convierte en tiempo de salvación, en tiempo de gracia de Dios. ¡Todo es gracia para quien está atento y tiene fe y amor!

El espíritu del Tiempo Ordinario queda bien descrito en el prefacio VI dominical de la misa: “En ti vivimos, nos movemos y existimos; y todavía peregrinos en este mundo, no sólo experimentamos las pruebas cotidianas de tu amor, sino que poseemos ya en prenda la vida futura, pues esperamos gozar de la Pascua eterna, porque tenemos las primicias del Espíritu por el que resucitaste a Jesús de entre los muertos”.

Este Tiempo Ordinario se divide como en dos “tandas”. Una primera, desde después de la Epifanía y el bautismo del Señor hasta el comienzo de la Cuaresma. Y la segunda, desde después de Pentecostés hasta el Adviento.

Les invito a aprovechar este Tiempo Ordinario con gran fervor, con esperanza, creciendo en las virtudes teologales. Es tiempo de gracia y salvación. Encontraremos a Dios en cada rincón de nuestro día. Basta tener ojos de fe para descubrirlo, no vivir miopes y encerrados en nuestro egoísmo y problemas. Dios va a pasar por nuestro camino. Y durante este tiempo miremos a ese Cristo apóstol, que desde temprano ora a su Padre, y después durante el día se desvive llevando la salvación a todos, terminando el día rendido a los pies de su Padre, que le consuela y le llena de su infinito amor, de ese amor que al día siguiente nos comunicará a raudales. Si no nos entusiasmamos con el Cristo apóstol, lleno de fuerza, de amor y vigor…¿con quién nos entusiasmaremos?

Cristo, déjanos acompañarte durante este Tiempo Ordinario, para que aprendamos de ti a cómo comportarnos con tu Padre, con los demás, con los acontecimientos prósperos o adversos de la vida. Vamos contigo, ¿a quién temeremos? Queremos ser santos para santificar y elevar a nuestro mundo.

EL MISTERIO PASCUAL

TERCERA SEMANA. Los textos evangélicos de esta semana corresponden al discurso de Jesús en la sinagoga de Cafarnaún. San Juan relata este discurso a continuacion de la multiplicacion de los panes y constituye una interpretacion de esta frase bíblica: "Les dio a comer pan del cielo" (Jn 6, 31; Sal 78, 24; Ex 16, 4). El mensaje eucarístico de estos pasajes es evidente.

EL MISTERIO PASCUAL

SEGUNDA SEMANA DE PASCUA. El misterio pascual, es acontecimiento y misterio que engloba y sintetiza todo lo esencial del cristianismo: la muerte y resurrección de Jesús. De ahí que la Pascua sea la fiesta por excelencia de todo cristiano.

Para salvar a los hombres, el Padre se ha servido de la fuerza del Espíritu que ha resucitado al Hijo de entre los muertos. Importa mucho profundizar en el binomio "muerte-vida". De la muerte solo tenemos experiencia ajena: sabemos que los demás mueren. Un día seremos nosotros los muertos. Aceptar la muerte parece que es aceptar algo lejano y tétrico. I sin embargo uno tiene ya algo de muerto cuando se siente destruido, solo, abandonado, sin esperanza. "Vivir es comenzar a morir y morir es vivir una vida distinta, nueva".

Ya que la resurrección de Jesús es un misterio de salvación, debe ser prededicado, no tanto como la victoria de Cristo, sino como el centro de la economía divina. por eso la liturgia de esta semana de Pascua abunda en valores de vida cristiana.

la resurrección de Cristo inaugura la resurrección de toda carne. Esta gran azaña de Dios nunca podremos anularla; pero no será realidad plena sin nuestra colaboración, en la libertad de la fe. El mundo está esperando anciosamente el paso (Pascua) del Señor. no podemos reducir ni presentar la Pascua como una doctrina científica ni como una filosofía que nos ayuda a interpretar muchas cosas; la Pascua deve ser la gran revelación, el anuncio de que estamos salvados.

LA OCTAVA DE PASCUA

El Santisimo triduo del Señor crucificado, sepultado y resucitado ha concluido en la tarde de Pascua. Pero la fiesta, la eterna fiesta en la que nos introdujo la Noche pascuual, no ha terminado. los dias que siguen no forman una semana como otra semana cualquiera: son la octava, la octava por excelencia, la única octava que conoció la liturgia hasta el siglo VIII.

Los seis dias de esta semana son la prolongacion del Día Octavo, día octavo, día de la nueva creación, día que trasciende, día de nueva vida y de inauguracion del Reino de los Cielos.

Con la liturgia de la octava de Pascua se celebra a un mismo tiempo la resurreccion de Cristo y el gozo de los nuevos bautizados. por eso la liturgia pascual nos invita a todos a vivir la victoria de Cristo, que es también nuestra victoria. Todos los que han sido bautizados en Cristo, se han revestido de Cristo. por eso la vestidura blanca que durante esta semana llevaban antiguamente los nuevos bautizados era un simbolo externo que duraba solamente ocho días, pero que a la vez denotaba una vestidura interior y eterna. No es, pues, de extrañar que las oraciones de las misas de estos días se refieran continuamente a los que han sido bautizados en la Noche santa y a la total renovacion de la vida cristiana operada por la muerte y resurrección de Jesucristo.

La octva de Pascua es tambien la semana de las apariciones de Jesús . Cristo resucitado se hace presente en la Eucaristía. Es la fe la que nos mueve a ver a Jesús en la Palabra y en el Pan. Entendiendo las escrituras, comprendemos la verdad de la resurrección. Cristo se nos aparece para hacernos testigos de su victoria ante todo el mundo.

LA CUARESMA


La Cuaresma es un tiempo de gracia del Señor; un tiempo penitencial en el que se nos invita a la Reflexión, a la Oración, al Ayuno, a la abstinencia, a la caridad; tiempo de Esperanza, tiempo de solidaridad; tiempo de volver a la casa del Padre.

Cuaresma viene del numero cuarenta y en ella hacemos alusión a los cuarenta días de Jesús en el desierto, sin dejar de lado los 40 días y 40 noches del diluvio, los 4000 años del pueblo de Dios en Egipto, los 40 años del pueblo de Dios en el desierto, los 40 días de Moisés en el monte Sinaí, los cuarenta días de Elías en el desierto, los cuarenta días plazo para el arrepentimiento de Nínive, etc.

Como podemos ver, el cuarenta hace alusión a un tiempo de Dios; un tiempo de prueba, de tentaciones, de reflexión.

La Cuaresma se inicia con la imposición de la ceniza, como símbolo de nuestra humildad y de dolor sentido por el pecado cometido; es por esto la invitación: "Arrepiéntete y cree en el Evangelio" o "Recuerda que eres polvo y al polvo volverá". Iniciar la cuaresma de esta manera nos invita a renovarnos interiormente, a la conversión y a reconocer nuestra pequeñez ante la grandeza de Dios.

Las practicas cuaresmales, dígase: la oración, el ayuno, la limosna, así como la abstinencia, los Vía Crucis, las caminatas penitenciales, los retiros y las eucaristías, son practicas penitenciales carentes de valor en sí mismas, si no que tienen su valor en Jesucristo a quien celebramos, por tanto si no la hacemos con el propósito de cambio, no tienen sentido.

Por ejemplo: si ayunamos no es simplemente por pasar hambre, sino por alimentar nuestro espíritu a través de ese sacrificio; cuando hacemos abstinencia, sea del tiempo, de carne, o de otros tipos de alimentos, hacemos un sacrificio que nos ayuda a dominar nuestro cuerpo de las cosas materiales para que nuestro espíritu se fortalezca, y así con cualquier abstinencia que hagamos. Todas ella, incluyendo el ayuno, deben estar acompañadas de la oración y de la caridad, pues si mi sacrificios no benefician a otros no tienen igual sentido.

Si lees este articulo y te parece oscuro, por favor, házmelo saber... Escribe un comentario.