LA OCTAVA DE PASCUA

El Santisimo triduo del Señor crucificado, sepultado y resucitado ha concluido en la tarde de Pascua. Pero la fiesta, la eterna fiesta en la que nos introdujo la Noche pascuual, no ha terminado. los dias que siguen no forman una semana como otra semana cualquiera: son la octava, la octava por excelencia, la única octava que conoció la liturgia hasta el siglo VIII.

Los seis dias de esta semana son la prolongacion del Día Octavo, día octavo, día de la nueva creación, día que trasciende, día de nueva vida y de inauguracion del Reino de los Cielos.

Con la liturgia de la octava de Pascua se celebra a un mismo tiempo la resurreccion de Cristo y el gozo de los nuevos bautizados. por eso la liturgia pascual nos invita a todos a vivir la victoria de Cristo, que es también nuestra victoria. Todos los que han sido bautizados en Cristo, se han revestido de Cristo. por eso la vestidura blanca que durante esta semana llevaban antiguamente los nuevos bautizados era un simbolo externo que duraba solamente ocho días, pero que a la vez denotaba una vestidura interior y eterna. No es, pues, de extrañar que las oraciones de las misas de estos días se refieran continuamente a los que han sido bautizados en la Noche santa y a la total renovacion de la vida cristiana operada por la muerte y resurrección de Jesucristo.

La octva de Pascua es tambien la semana de las apariciones de Jesús . Cristo resucitado se hace presente en la Eucaristía. Es la fe la que nos mueve a ver a Jesús en la Palabra y en el Pan. Entendiendo las escrituras, comprendemos la verdad de la resurrección. Cristo se nos aparece para hacernos testigos de su victoria ante todo el mundo.